lunes, 24 de noviembre de 2014


Análisis de la Realidad Educativa

Raúl Cruz Gerónimo

 

 

Introducción

 

Uno de los síntomas que más se han reflejado en las aulas es la falta de valores y hábitos de estudio en los niveles educativos.

Hace algunas décadas para ser más precisos de los años 70’s, el papel de la mujer ante la sociedad, en el hogar y educación de los hijos,  tiene necesidades e intereses de igualdad de género y principalmente en el aspecto de nuestra economía familiar, que nos orillan a la búsqueda de generar ingresos y mejor calidad de vida, y se nos hace fácil dejar a los hijos en casa por mucho tiempo y la darle seguimiento a la creación de valores y formación de hábitos de estudio.

Los derechos humanos y el educar en el aula han dejado una ardua tarea hacia los maestros, alumnos, padres de familia y la comunidad, misma que ayudará  a fortaleces los valores, ya que las estrategias y formas de guiar o persuadir nos han complicado el actuar a ser justos tanto en la enseñanza – aprendizaje de acuerdo lo visto en distintas instituciones educativas y en los avances en cada uno de los niveles de educación.

Se abordarán algunas técnicas, estrategias que se han aplicado y han dado resultado a un cambio de valores y aprendizaje de las matemáticas desarrollando los conocimientos básicos y elementales para la resolución de ejercicios, problemas de acuerdo a nuestra intuición e imaginación, y creatividad.

 

 

 

 

Desarrollo

Valores Escolares

1.  La amistad

Los padres de familia saben que la elección de un amigo es fundamental para los hijos.

2.  La Autodisciplina

Mantener el control sobre nuestra vida y desarrollo nos permite conseguir objetivos propuestos en la escuela o en la casa.

3.  La Compasión

 

Valor que tiene en cuenta la realidad de otras personas como es la bondad.

 

4.  El Coraje

 

Consiste en saber qué es lo que se debe temer, reluciendo a luchar o tener retos y metas de estudio y laborales.

 

5.  La Fe

Nos prepara a tomar decisiones entre lo bueno y lo malo de lo que ofrece.

6.  La honestidad

 

Decir y hacer la verdad, respeto por sí mismo y por los demás hasta conseguir la integridad.

 

7.  La Lealtad

Verdadera unión con la familia, amigos, profesores y grupos con los que decidimos identificarnos.

8.  Perseverancia

Cumplir de manera constante con nuestros deberes y segura.

 

9.  Responsabilidad

Desde muy pequeños en casa cumplimos con pequeñas tareas

10.      Trabajo

La práctica en hacer varias cosas que requieren un nivel de esfuerzo y compromiso.

Hábitos de estudio

1.  Prestar atención en clase.

Es asegurarnos estar en un buen lugar donde no tengamos distractores o mala influencia para platicar o estar jugando, para ello es importante concientizar que el escuchar, ver bien, realizar las actividades y anotar los apuntes vistos.

2.  Tomar buenos apuntes.

Es importante ver bien para anotar lo que está escrito en el pizarrón, tomar nota de los dictados y hacer anotaciones de lo más relevante en cada tema, practicar los ejercicios, leer y resaltar lo más importante para la comprensión y entendimiento del tema, así  como el repaso diario de lo visto en clases.

3.  Planificar con antelación los exámenes y trabajos escolares.

El ser constantes de realizar con tiempo los trabajos que se nos solicitan y las actividades vistas en clases permitirán tener las herramientas básicas ya que el repaso y la ejercitación facilitan contestar una buena guía de estudio y se reflejara en las calificaciones de los exámenes y trabajos

4.  Solicita ayuda si te bloqueas o te estancas

Es de suma importancia tener confianza que el hacer los tareas o actividades alguien (amigos, compañeros, hermanos, profesor, o padres de familia) revise y retroalimenten lo adquirido para sentirnos seguros de que lo estamos haciendo bien y sea correcto.

5.  Organiza tus tiempos

Es mejor que llegando de la escuela, relajarnos unos minutos, comer, y preparar el material que se requiere para empezar a realizar y organizar los apuntes, tareas y trabajos. Y también es importante dormir a tiempo y no llegar con sueño a la escuela.

El papel de la mujer en la sociedad, en el hogar y en la educación de los hijos.

Se considera principalmente a la época de los 70’s como la época en la cual la mujer empieza a sobresalir y toma un papel diferente dentro de la sociedad.

Las mujeres empezaron a trabajar por necesidad económica, las mujeres de nivel económico más bajo, casadas o solteras, trabajaban fuera de la casa. El salario de la mujer tiende a ser más bajo.

Además, la mujer trabajadora tuvo y sigue teniendo que realizar sus tareas hogareñas a la par con sus tareas laborales.

Las mujeres que no trabajan como asalariadas se sienten, a menudo, frustradas en su realización personal y marginadas de la vida moderna. Las que trabajan están hostigadas por la idea (a veces fomentada por el medio familiar y social) de ser malas madres o malas esposas e incluso por la idea de que una mujer si o si debe ser madre.

La mujer como madre de familia ha abandonado por circunstancias laborales la tarea de estar y dar seguimiento tanto en los avances de los conocimientos adquiridos en la escuela como en la verificación conductual de los hijos y con esto se han perdido los valores, la formación de hábitos de estudio para sus hijos; por falta de tiempo por motivos laborales y el hogar.

El Centro Chihuahuense de Estudios de Posgrado nos cita los párrafos

La educación proporciona a los individuos las herramientas necesarias para desenvolverse en el mundo. Cuando se habla de educación no se hace referencia exclusiva al aula escolar, pues muchos de los aprendizajes básicos e indispensables para la vida de un individuo se adquieren en el hogar y en la convivencia social. Por ello resulta indispensable dar importancia a la familia en el proceso de enseñanza aprendizaje. La educación empieza desde el nacimiento, toda instancia de interacción con el adulto constituye para el niño un escenario de aprendizaje, pues es mediante estos intercambios como adquiere la lengua, los valores, los hábitos y las costumbres de su cultura. Los procesos de educación y crianza tienen como finalidad proporcionar al niño las herramientas necesarias para lograr su completa autonomía.

Los niños ingresan cada vez más temprano a la escuela, es ahí donde pasan gran parte de su tiempo; la llamada edad escolar marca una etapa definitiva en la vida de un individuo: su ingreso en una institución educativa. Este nuevo entorno proporciona al niño experiencias distintas y complementarias a las vividas en el hogar, pues allí conoce chicos de su misma edad con los que comparte intereses y necesidades, así como otras figuras de autoridad distintas a sus padres como: maestros, directivos, intendentes. En la escuela el individuo aprende a convivir con otros y a respetarlos, a seguir normas, a trabajar cooperativamente. Además, tiene la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos. La educación escolar desempeña un papel cada vez más significativo como factor determinante para lograr un buen desempeño escolar, pero también los padres juegan un papel no menos importante, sino imprescindible en la etapa escolar de los alumnos.

La presencia de los padres en el proceso de formación de sus hijos es imprescindible, pues son ellos los primeros agentes educadores y los encargados de transmitir los contenidos culturales que lo definirán como sujeto social y de proporcionarle los espacios y experiencias necesarias para adquirir los conocimientos a través de los cuales se definirá como individuo. Son ellos los que eligen a qué escuela asistirán sus hijos, el horario en que los llevarán, incluso la elección del maestro que les dará clases; también serán ellos quienes los impulsen a participar en actividades extraescolares o, en su caso, a buscar apoyo extraescolar para superar los problemas de aprendizaje. Cada padre y madre de familia tendrá su manera personal de brindar todo lo que crean necesario para los pequeños.

La labor educativa de los padres no termina con la llegada del niño a la escuela; al contrario, se incrementan las responsabilidades de los padres para con los hijos en cuanto a materia escolar, pues las experiencias y aprendizajes que éste adquiere en el entorno son cada vez más elaboradas y requieren más de su intervención y su apoyo. Es en la escuela donde se hace notoria esa intervención que los padres realizan con sus hijos, especialmente en las tareas encargadas por el docente, en la manera de conducirse del niño en la clase, en los valores que demuestra diariamente.

Por ello es importante reconocer que cada momento que pasa y no se toma en cuenta pues se va abandonando al hijo en un aula escolar donde también los profesores necesitan del apoyo y colaboración para la formación de hábitos de estudio  y valores para un mejor desarrollo educativo y calidad de vida.

 

 

¿Por qué derechos humanos en el aula?

 

En la sociedad actual, se hace imposible deslindarse de factores que influyen en cualquier proceso educativo. La escuela no es la única que moldea el comportamiento, pero sí la que debe proponerse el condicionamiento y la incorporación social del educando con un conjunto mínimo de actitudes, conocimientos y valores que favorezcan la sociedad democrática planteada.

Entonces si queremos formar ciudadanos con clara conciencia social y moral en conocimiento pleno de sus deberes y derechos. Con el fin de propiciar cambios actitudinales ante el desarrollo desmedido de una sociedad global y excluyente. Es decir, ciudadanos que pretendan una sociedad más solidaria.

Para aproximarse al conocimiento de los derechos humanos hay que hacerlo desde lo racional, pero también desde lo afectivo. Es un saber que está en la cotidianidad, en el diario vivir, en la vida económica, social y política. En la comunidad, en la familia, en la escuela se vive el respeto o la violación de los derechos humanos.

En el aula debemos hacer el ejercicio de, poner en práctica el respeto al derecho ajeno, ejercer nuestro derecho, y establecer un diálogo democrático que nos enseñe la resolución no violenta de nuestras diferencias. El aula es el  para aprender la aceptación de los que vemos como diferentes, de reconocer el valor de la diversidad cultural, de reconocer en el resto de los compañeros el complemento social del que cada niño necesita para su desarrollo integral.

 

 

¿Cómo educar en y para los derechos humanos?

 

Una educación en y para los derechos humanos debe necesariamente apartarse del conjunto de negaciones y discriminaciones que en la escuela aún perduran respecto a género, cultura, condición social o étnica. Esta situación requiere una mirada pedagógica y curricular distinta a la escuela y sus actuales planteamientos. Tenemos que empezar a mirarla como un espacio cultural y social en el que hay maneras distintas de relacionarse, de comunicarse, de valorar, de actuar, de sentir y de pensar.

 

 

La Escuela debe propiciar una cultura de la comunicación, en donde padres, maestros, personal administrativo, obreros y alumnos se integren en espacios de dialogo para expresarse, comprenderse, aclararse, coincidir, disentir y comprometerse con su proceso educativo y desarrollo, tanto personal como colectivo.

El papel del docente debe revisarse, este tiene que hacer una crítica a su forma de actuar y vincularse con la escuela, sus creencias e ideas deben estar acordes al respeto de los derechos humanos.

El educador debe ser el primero en propiciar el espacio para el desarrollo de ciudadanos conscientes de su papel en la sociedad, incluyendo la revisión permanente de textos, relaciones, contenidos y valores transmitidos en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

El maestro tiene la suficiente independencia para implementar planes y acciones que faciliten un aprendizaje democrático, donde la vivencia del respeto mutuo y la responsabilidad compartida sean la orientación. Es este un proceso que no requiere de grandes reformas en el sistema educativo, sino de la voluntad y capacidad del docente.

La educación en valores adquiere mayor relevancia ante la competencia que los sistemas educativos tiene que enfrentar con los antivalores que frecuentemente difunden los medios masivos de comunicación “crisis de valores” y se refiere al choque de valores que también tienen origen en la misma familia o en la comunidad.

Si se trata de promover una educación integral, que comprenda los aspectos cognoscitivos, afectivos y psicomotores, la formación en valores no puede estar ausente, si el objetivo final es la formación de una personalidad ética.

El facilitar que la educación sea obligatorio y para todos en muchos de los alumnos ha generado no asistir constantemente a clases, no estar atento a la clase, no cumplir con las tareas, que no respete los espacios, etc. han provocado que sus conocimientos no sean los más elementales y básicos como requisito para el siguiente nivel de estudios. Mismos que va arrastrando y van dificultando su conocimiento en las distintas materias, y unos de los ejemplos más relevantes es que no saber leer, comprender, no entender los conceptos para la solución de lo que se nos pide, realizar operaciones, tablas de multiplicar, dividir, operar con números en fracción, distinguir distintas figuras geométricas y sus elementos. El gusto por la historia así como el realizar actividades de educación física y recreación.

La experiencia en Instituciones educativas

Hace algunos años en una institución donde la ciudad es durmiente y donde los hijos son inscritos después de cursar varias veces la educación media superior se encuentra con la diversidad de que no se reflejan los valores, de constancia, responsabilidad, compromiso, tolerancia y la de respeto.

Cabe hacer mención que desde el ingreso hay que recibir, atender, y dar seguimiento a que los alumnos ingresen con uniforme, higiene personal, con útiles, y material de trabajo para asistir a clases entre otros, tener dialogo, comunicación, negociación y acuerdos.

Verificar el orden y dar certeza de que el alumno se dirija a su aula escolar para asistir, poner atención a la clase, tomar,  permitirá una mejor enseñanza y al mismo tiempo se puede desarrollar con una evaluación continua la ejercitación en cada una de las actividades (lecturas, cuestionarios de comprensión, ejercicios, mapas conceptuales, cuadros sinópticos, crucigramas, sopa de letras, etc.) que refuercen el conocimiento visto en cada uno de los temas vistos.  El hacer, que  permite entender si lo que se hace está bien resuelto dentro del aula escolar.

En el aspecto de la materia de matemáticas si aseguramos que el alumno asista a clases, que anote y comprenda lo que se está pidiendo en cada uno de los ejercicios, aplicando las herramientas o técnicas para dar solución, permitirá que al tener distintas actividades de reforzamiento adquirirá confianza para lograr resultados acertados.

Un aspecto a destacar en las escuelas es, que el profesor aunque no sea el responsable de la formación del alumno si es el eje para darle seguimiento y ayudar a los padres de familia, es tener  comunicación y dialogo para una mejor calidad humana de compromiso, de acuerdo y negociación. Así como la calidad académica en la enseñanza – aprendizaje.

 

 

Conclusiones.

Este análisis es con el propósito de compartir y concientizar las necesidades que se han dejado de hacer tanto en valores y hábitos de estudio por parte de padres de familia, profesores e instituciones y al mismo tiempo tener respuestas el porqué de las situaciones que se van presentando en el aula escolar.

También hacer una reflexión de que todos lo que estas adscritos o participan en la enseñanza se preparen mejor y estén dispuestos a cumplir con un mejor rol en la educación.

México, el sistema educativo, las instituciones, directivos, padres de familia, profesores y personal en la educación tendrán una mejor respuesta en calidad de conocimientos, de valores para enfrentar mejores condiciones de vida si cada uno pone su granito de arena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

AMNISTIA INTERNACIONAL. Valija Didáctica: Educando para la Libertad. Caracas: Amnistía Internacional. Sección Venezolana. 4 módulos. (1994).

BUSTAMANTE, Francisco y María Luisa GONZÁLEZ. Derechos humanos en el aula: Reflexiones y experiencias didácticas para la enseñanza media. Montevideo: Servicio Paz y Justicia. 294 pp. (1992).

BUXARRAIS, Mª Rosa. Educar para la Solidaridad. En: Boletín del Programa de Educación en Valores. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Nº 8, Julio. (2000).

CANDAU, Vera María. Educación en Derechos en la escuela: Una propuesta pedagógica. Mérida:

Delors, Jacques et al: La educación encierra un tesoro. Informe de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, Santillana Ediciones UNESCO, Madrid, 1996





http://www.gestiopolis.com/Canales4/rrhh/mujerpapel.htm






 

 

Guia para mi diagnostico


miércoles, 19 de noviembre de 2014


La disciplina de la imaginación

ANTONIO MUÑOZ MOLINA

 

 

 

 

Inicio

 

En nuestra etapa de la vida, formativa, escolar a través de las aulas y con las experiencias de los momentos de predicar con el ejemplo y la enseñanza de conocer, de aprender, de sentir y adquirir conocimientos, nos encontramos con una reflexión de la literatura y cultura ofrecida en una conferencia realizada en España.

 

A través de ejemplos nos damos cuenta tanto que la educación y las estrategias empleadas en las aulas conformadas por alumnos, profesores y autoridades tanto escolares como de gobierno en muchas ocasiones no son las más adecuadas o formativas ya que se cubren otros intereses de menor relevancia que estar al día y no de saber.

 

 

 

 

 

 

 

Desarrollo

La reflexión de la literatura y de la enseñanza  en España,  educación y cultura.  Para entendernos, al reino de la educación, y los vivos al de la cultura, o al refrán del muerto al hoyo y el vivo al bollo. La Cultura es el campo del prestigio,  la Educación verdadera relevancia en los periódicos.

La cultura es un escaparate y una coartada, un lujo. La educación es un oficio despojado  de toda su dignidad pública y su legitimidad moral. Lo culto no es necesario saber, sino estar al día. El intermediario no sabe hacer de verdad nada, pero que se las sabe todas.

Ejemplo 1: En una exposición en Madrid acudieron alumnos de enseñanza primaria y de institutos de bachillerato. Entre dos ámbitos ajenos la educación y la cultura. Los alumnos para mirar y entender la pintura. ¿Cómo podrían juzgar y disfrutar esa pintura y mirar esos rostros? No se trata de saber, sino de estar al día,  basta con haber estado en una exposición, con haber participado en la cultura.

Ejemplo 2: A un concierto de música clásica asisten alumnos de ESO o Bachillerato. Empieza el concierto y al cabo de unos minutos los chicos se impacientan, tosen, se aburren, aplauden a destiempo, provocan miradas de disgusto de los acomodadores y de los entendidos. Es inútil llevarlos a esos sitios, dirán, porque no entienden de música, sin más hay que devolverlos al gueto de la educación.

Los escritores se lamentan de la falta de lectores, los concejales de cultura comprueban con resignación que sus salas de conferencias tienden a permanecer vacías. Pero nadie parece darse cuenta de que la razón principal, entre el saber y el estar al día, entre el trabajo lento, disciplinado, y fértil sólo a largo plazo.

En las aulas está el mejor público que puede desear un escritor, el más receptivo, el más limpio de vanidad y de prejuicios; y se les concede ceremonias culturales organizadas por cualquier ayuntamiento, diputación o comunidad autónoma y escatiman en bibliotecas o en plazas de profesores.

Si la literatura si no es útil para vivir,  cuando yo estudiaba hace treinta años era sexto de bachillerato, la clase de literatura consistía en una ceremonia entre tediosa y macabra. Un profesor de cara avinagrada subía cansinamente a la tarima con una carpeta bajo el brazo, tomaba asiento con lentitud y desgana, abría la carpeta y comenzaba a dictarnos una retahíla de fechas de nacimientos y muertes, títulos de obras, y características de diversa índole que era preciso copiar al pie de la letra, porque en el caso de que no supiéramos el año de la muerte de Calderón de la Barca o las cinco o seis características del Romanticismo corríamos el peligro de suspender el examen.

La literatura en ocasiones sigue siendo, una manera rápida y barata de lograr que los adolescentes se mantuvieran obstinadamente alejados de los libros, por eso sólo amaremos los libros si nos damos cuenta de que nos son útiles y de que pertenecen al reino de nuestra propia vida. Leer no es hacer méritos para aprobar un examen ni para demostrar que se está al día. Como la amistad y el amor, la literatura es un atributo de la vida y un instrumento de la inteligencia, de la razón y de la felicidad.

La literatura no es cultura, sino algo más serio y más elemental. La literatura, su médula, es una consecuencia del instinto de la imaginación, que opera con plenitud en la infancia y que poco a poco suele ir atrofiándose, como todo órgano que se deja de usar.

Para los griegos, los versos de Hesíodo y de Homero eran la expresión más detallada y fidedigna de las leyes de la naturaleza y de la memoria antigua de los héroes y los dioses. Del mismo modo, en esa edad de oro de nuestra primera infancia, placer y aprendizaje, juego y verdad, imaginación y descubrimiento, eran sinónimos.

Pero la imaginación es muy fuerte y tarda en ser vencida. Es entonces cuando los libros, si nos hemos educado para acercarnos a ellos, nos importan más, intuimos que ocupan un lugar estratégico en la disputa, con frecuencia desconcertada y amarga, entre la realidad y el deseo, que por desgracia ya no son evidencias idénticas. Pero hay veces en que la literatura, fingiendo ser leal a la imaginación y a su severa responsabilidad de conocer el mundo y averiguar qué lugar ocupa en él nuestra propia vida.

La tarea de introducir a los niños y a los jóvenes en el reino de los libros es la de enseñarles que éstos no son monumentos intocables o residuos sagrados, sino testimonios cálidos de la vida de los seres humanos, palabras que nos hablan con nuestra propia voz y que pueden darnos aliento en la adversidad y entusiasmo o fortaleza en la desgracia.

La literatura, pues, no es aquel catálogo abrumador y soporífero de fechas y nombres con que nos laceraba mi profesor de sexto, sino un tesoro infinito de sensaciones, de experiencias y de vidas que están a nuestra disposición igual que lo estaban a la de Adán y Eva las frutas de los árboles del Paraíso. La literatura nos enseña a mirar dentro de nosotros y mucho más lejos del alcance de nuestra mirada y de nuestra experiencia. Es una ventana y también es un espejo.

Cunde desde hace ya demasiados años la superstición irresponsable de que el empeño, la tenacidad, la disciplina, la memoria, no sirven para nada, y de que cualquiera puede hacer cualquier cosa a su antojo. Eso que llaman lo lúdico (renovación pedagógica). Un síntoma de esa tendencia a la pereza y a la falta absoluta de rigor es la película Amadeus, de Milos Forman. En ella se nos presenta a Mozart como un cretino al que el genio le ha sido conferido por una especie de capricho de Dios. Salieri, que es estudioso, perseverante, concienzudo, resulta ser un fracasado. Mozart, un idiota que no para de reír y de emborracharse y que lleva la peluca torcida se sienta de pronto al clave y compone una música milagrosa. El genio, según esta película, y según la creencia que parece imponerse ahora, no requiere trabajo ni disciplina, sino nada más que espontaneidad, juventud y descaro.

Pero todos sabemos, que las cosas han requerido un aprendizaje muy lento y muy difícil, y que la lentitud y la dificultad nos han templado mientras aprendíamos.  Los mayores logros del arte, de la música, de la literatura, del deporte, tienen en común una apariencia singular de facilidad. Se nos educa cosa cada vez menos frecuente para disciplinarnos en deberes, pero no en nuestros placeres y en nuestras mejores aptitudes, y por eso nos cuesta tanto trabajo ser felices.

Aprender a escribir libros es una tarea muy larga, un placer extraordinariamente laborioso que no se le regala a nadie. Lo que se llama la inspiración, la fluidez de la escritura, la sensación de que uno no arranca las palabras del papel, sino que ellas van por delante señalando el camino, sólo llega, si llega, después de mucho tiempo de dedicación disciplinada y entusiasta. Esos genios de la novela que andan a todas horas por los bares son genios de la botella más que de la literatura.

Uno de los lugares donde más intensamente sucede la literatura es un aula donde un profesor sin más ayuda que su entusiasmo y su coraje le transmite a uno solo de sus alumnos el amor por los libros, el gusto por la razón en vez de por la brutalidad, la conciencia de que el mundo es más grande y más valioso de todo lo que puede sugerirle la imaginación. La enseñanza de la literatura sirve para algo más que para descubrirnos lo que otros han escrito y es admirable.

Resumen desarrollado de la Conferencia pronunciada el 22 de septiembre de 1998.

 

Cierre

Aprender a Leer, escribir y dejar que nuestros pensamientos e imaginación gocen de entusiasmo, placer y explorar que nuestras emociones sean de nuestro interior y parte de nosotros en cada uno de los momentos que descubrimos y le damos certeza a lo existente de nuestra imaginación y pensar.





miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Zoológico

Público la solución del problema y con gusto colaboró y participo con mis compañeros.